El rosquete es un tradicional manjar de la provincia, ideal para acompañar desayunos y meriendas. Consiste en una especie de pan en forma de anillo o rosca cubierto con una fina capa de merengue, crujientes por fuera y suaves por dentro. Se encuentran en panaderías y cafeterías tucumanas pero también se pueden preparar en los hogares. La preparación es muy sencilla y lleva ingredientes accesibles. Para prepararlos primero se mezclan la harina, el azúcar y el polvo para hornear, luego se agrega la manteca y se mezcla hasta lograr una consistencia arenosa. Se agregan los huevos, la leche y la esencia de vainilla hasta que la masa quede suave, se forman bolitas y se hace un agujero con el dedo para darle forma de rosca luego. Finalmente, se los coloca en una bandeja para hornear y se dejan entre 15 y 20 minutos hasta que estén dorados. Antes de servir se los pinta con merengue. ¡Y a disfrutar de este emblema de la gastronomía tucumana!