La ambrosía es un postre tradicional del valle tucumano, una delicia que hay que probar. Es un plato de origen español, adoptado en la Argentina en el s. XIX. Cuenta la leyenda que fue Domingo Faustino Sarmiento quien bautizó dicho postre con el nombre de “ambrosía”. En la mitología griega, “ambrosía” hace referencia al alimento de los dioses, alude a un manjar de sabor delicado. Se dice que Sarmiento disfrutaba mucho de este postre y por eso le puso ese nombre poético. Para su preparación se mezclan yemas y huevos, luego se agrega ralladura de cáscara de limón y leche. Se prepara un almíbar que se incorpora lentamente a la mezcla de huevos y leche, luego se cocina a fuego moderado hasta que espese. Se retira del fuego una vez que la ambrosía tomó consistencia y el almíbar se haya reducido. Se deja enfriar y se sirve generalmente con nueces o almendras.
