El ruibarbo es una planta comestible ingresada a la provincia por los primeros misioneros anglicanos a finales del siglo diecinueve y con el paso de los años se incorporó en la gastronomía fueguina a la perfección. Esta hortaliza de estación fría se adapta a climas adversos y crece en una amplia variedad de suelos. Los productores locales nos sorprenden con exquisitas mermeladas de ruibarbo, postres y planificaciones como tartas y alfajores. También se utiliza como relleno de chocolates. El ruibarbo puede medir hasta 3 metros de altura y posee grandes hojas con tallos gruesos de hasta 5 centímetros.