El calafate es un arbusto espinoso nativo de la Patagonia chilena y argentina. Sus flores son de color amarillo, y florecen entre octubre y enero; el fruto es una baya color negro azulado. Estas bayas se pueden recolectar de manera sencilla en el verano cuando se realiza una caminata, ya que se encuentran en gran parte del territorio provincial. El calafate tiene un sabor ácido y dulce, y se utiliza para hacer helado, mermeladas, licores, té, tartas y postres. Otro de los dulces de la zona es la Zarzaparrilla que produce deliciosos frutos rojos comestibles. Los nativos utilizaban la madera para construir flechas, además consumían sus frutos y con las hojas y corteza hacían una infusión contra el dolor de estómago. También se puede encontrar a la grosellas, una fruta resistente adaptada perfectamente al clima fueguino y se encuentra tanto en su forma silvestre como en huertas hogareñas. Dulce, con un toque ácido irresistible, es perfecta para preparar postres, confituras y mermeladas caseras.