Gracias a las favorables condiciones del suelo y del clima, y a un sector productivo moderno y pujante, los valles secos de San Juan la convierten en una de las provincias más propias para el cultivo de frutos secos, generando un gran desarrollo en el mercado interno. Pasas, nueces, almendras y pistachos encabezan el mercado. El consumo de frutos secos tiene múltiples beneficios para la salud, incluyendo efectos positivos en la salud cardiovascular y en el control del peso, debido a su capacidad para generar saciedad. Los frutos secos son muy versátiles en la gastronomía y se utilizan en una gran variedad de platos, tanto dulces como salados. Se usan en bizcochos, tartas, galletas, o se combinan con frutas y miel para aportar textura y sabor. En ensaladas para dar un toque crujiente, en salsas como el pesto o en rellenos de platos con carne y pescado.
