Aunque es una carne muy parecida a la del cerdo doméstico - su antecesor - el sabor de este animal silvestre es mucho más sabroso, aromático y tiene una textura más dura y consistente. Destaca por su contenido alto en nutrientes y bajo en grasa y colesterol, ya que se trata de una carne prácticamente magra. Comúnmente es consumido asado, en guisos o estofados, platos elaborados, ya que precisa una cocción más prolongada. Su carne puede ser comercializada como carne fresca siendo los cortes más conocidos la paleta, el lomo o carré, costillar, pernil, y cabeza de lomo o en forma de embutidos, conservas y ahumadas. El jabalí fue una especie introducida por los europeos en América, pero que se adaptó muy bien. En la Argentina se encuentran mayoritariamente en la Patagonia, y en la zona pampeana. Y si bien se pueden cazar (la carne de jabalí salvaje tiene un sabor más agreste e interesante), por lo general se comercializan los animales de criadero.