Es uno de los postres clásicos de la gastronomía. También conocido en otros países como papaya, lechosa o melón de árbol. La preparación típica del dulce de mamón se lleva a cabo en dos etapas. La primera consiste en macerar las lonjas de mamón en azúcar durante toda la noche para que la propia fruta suelte todos sus jugos. Luego, todo es llevado a fuego lento por varias horas hasta que la fruta esté tierna y el líquido de cocción se torne a un color ámbar y tenga una consistencia más densa. Misiones lidera la producción y cultivo del mamón en el país. La papaya propia del noreste sudamericano, tiene entre 350 y 400 hectáreas en la provincia de Misiones su principal superficie argentina, sostenida por unos 300 productores de pequeña escala de la agricultura familiar. Ofrece gran cantidad de antioxidantes, principalmente carotenoides, que le dan ese color amarillo-naranja de la pulpa de la fruta. Estos compuestos son protectores del sistema cardiovascular y protegen a las células del envejecimiento y del cáncer.
