Casi todos los países latinoamericanos tienen su receta de mazamorra, un postre hecho a base de maíz blanco, con leche y vainilla. La mazamorra argentina, o mazamorra criolla, se comía en la época del virreinato. En las provincias del norte de Argentina la mazamorra se come habitualmente, como un plato tradicional, al igual que la humita y la carbonada. La mazamorra merece un lugar protagónico por varias razones: es fácil de hacer, es rica, lleva pocos ingredientes y es super nutritiva. Se puede servir fría; para más dulzor se puede acompañarla con un copo de dulce de leche, crema o caramelo líquido. Otros agregados que le dan un toque especial a la mazamorra criolla argentina son las nueces picadas o las pasas de uvas.