Se dice que la receta contenía “Agua del río, levadura antigua, miel muy buena, polvos de jengibre y pimienta longa, canela, clavo y nuez de especia”. Fermento alcohólico tradicional del pueblo wichí y otras etnias del Gran Chaco (región conformada principalmente por las provincias de Chaco, Formosa y Santiago del Estero). Antiguamente se ingería en eventos colectivos en los que se celebraban acontecimientos claves de la vida social, los cuales fueron decayendo hasta desaparecer a mediados del siglo XX. Hoy en día su consumo ha disminuido, restringiéndose mayoritariamente al ámbito individual. A más de los cambios en los contextos de uso, se encuentran numerosas variaciones en la forma de elaboración, tanto entre las fuentes orales como en la literatura chaqueña antigua y actual.