La carne de yacaré tiene un sabor que se parece al pescado –quizás un poco más suave–, y una textura similar a la pechuga de pollo. Admite todas las cocciones: al horno, a la plancha, frita o en guisos. Lo más usual en Formosa es comer la cola cortada en discos y asada a la parrilla. La provincia pionera en esta revalorización de su carne es Formosa. También Santa Fe y Corrientes tienen producción en criaderos. La recuperación de la técnica ancestral del rancheo o recolección de huevos fue vital: los huevos recuperados (por pueblos originarios o pobladores locales) son incubados bajo condiciones controladas de temperatura y humedad y, una vez que nacen las crías, son resguardadas alrededor de un año. Con este método, se devuelven a la naturaleza entre el 10% y el 25% de animales mayores a un año. El resto sale a comercialización.