Los sabores de la comida litoraleña están influenciados por la imponente presencia de ríos como el Paraná y por sus tradiciones guaraníes, pueblo nativo originario oriundo no solo del litoral argentino sino también de Paraguay y algunas zonas de Brasil. A partir del siglo XVII, se instalaron en la actual zona de Paraguay y del Nordeste argentino misiones de jesuitas que llegaron a la zona con el fin de evangelizar al pueblo guaraní. Preparaciones como la chipá guazú son herencia culinaria de aquellas misiones. Consiste en una especie de pastel de choclo (maíz), cocinado al horno. La receta lleva además queso, cebolla, manteca, huevo y leche.